Por Margaret McGavin
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Cuando empieza el
nuevo año escolar, tanto en la escuela como en la casa hay entusiasmo por la
novedad: nuevo salón, nuevo maestro, nuevos compañeros y un programa académico
más interesante.
Hay que aprovechar
esta energía positiva para hacer unos compromisos en casa que nos puede ayudar
a mantener el interés y fomentar buenos hábitos para el futuro.
Como
papá y mamá:
- Estaré al pendiente de los materiales que pide la
escuela.
Si
tu hijo va a cumplir con sus obligaciones escolares, necesita tener a la mano
lo siguiente:
- Útiles. A
principios de año las escuelas dan una lista de todo lo que el alumno
debe traer para el uso durante las actividades en la escuela.
Involucra
a tus hijos en el proceso de compras o de reciclaje de útiles que todavía
sirven del año pasado. Inclusive los puedes comprometer un poco más
invitándoles a gastar su propio dinero para comprarlos a su gusto y cuidarlos.
Durante
el ciclo escolar, comprométete a estar al pendiente de la mochila de tu hijo,
supervisando que él (no tú) empaque sus cosas para el siguiente día, y que
estas cosas estén completas.
- Tarea. La
tarea es de los niños y no tuya. Comprométete a supervisar que tu hijo
cumpla. Debe tener un horario fijo y un lugar adecuado para trabajar.
Acuérdate que la tarea es un hábito de responsabilidad que requiere un
poco de supervisión, sobre todo al principio.
Comprométete
a dejar que tu hijo haga su propio trabajo, y que tenga sus propios errores. Es
importante que tú no intervengas para que el maestro pueda ver si el niño está
entendiendo bien los conceptos y las instrucciones.
Cuando
se trata de estudiar, comprométete a ayudar a tu hijo a prepararse
adecuadamente para las evaluaciones, ayudándole a descubrir y potenciar su
particular estilo de aprendizaje.
- Tiempo. Comprométete
a dar a tu hijo el tiempo necesario para estar tranquilo y cumplir con
las expectativas escolares. No llenes demasiado su horario de actividades
extras, para que tenga la suficiente energía para hacer tarea y todavía
divertirse libremente durante las tardes.
También
aparta una suficiente cantidad de tu propio tiempo para apoyarlo cuando lo
necesite, y sobre todo para escuchar y platicar con él sobre sus experiencias
en la escuela.
- Mantendré una buena relación con la escuela.
Por
el bien de tu hijo, comprométete a tener una relación positiva con la escuela.
La educación es un trabajo en equipo entre casa y escuela.
Entonces,
asegúrate de poder mostrar entusiasmo por las actividades escolares, y evita
hablar mal de los maestros en frente de tu hijo.
Involúcrate
en la escuela de tu hijo, asistiendo a las juntas y si tienes tiempo,
participando en la asociación de padres de familia.
Mantén
abiertas las líneas de comunicación con la escuela, manifestando tus dudas,
quejas y sugerencias a tiempo por los canales adecuados (directamente con las
autoridades escolares en vez de hablar en pasillo con todo el mundo).
Ahora
habla con tu hijo y platica sobre los siguientes compromisos que deben ser
suyos para que él tenga éxito:
- Siempre haré mi mejor esfuerzo.
Desde
el principio, si tu hijo sabe que tienes expectativas altas y que
esperas lo mejor de él, tendrá que esforzarse al máximo.
Este
esfuerzo rendirá frutos: en casa será reconocido, y probablemente se verán los
resultados académicos. Aclara que tú esperas su mejor esfuerzo, más no siempre
los mejores resultados. El aprendizaje es un proceso de crecimiento, y si tu
hijo se dedica, sus resultados irán mejorando.
- Tomaré responsabilidad por mis cosas.
Es
el momento para que nazca el amor por las cosas nuevas y la resolución de
cuidarlas.
Explica
a tu hijo que tú siempre apoyarás sus necesidades hasta donde puedas, pero que
él tiene que cuidar lo que se compra, no rompiendo ni perdiendo sus cosas.
- Tomaré responsabilidad por mis acciones.
Explica
a tu hijo que la escuela es su ámbito, no tuyo. Por lo tanto, él es responsable
de su conducta dentro del salón de clases y en los recreos.
Aclara
que tú confías que él es capaz de resolver sus propios problemas con
compañeros, y que tú escucharás sus comentarios y quejas y le ayudarás a buscar
soluciones, pero que él es la persona que tiene que actuar, no tú.
Recuérdale
que es su responsabilidad poner atención en la clase, estar al pendiente de sus
tareas y entregar las cosas a tiempo. Otra vez, tú sabes que él es capaz de eso
y estarás apoyándolo con lo que necesite pero no harás las cosas por él.
- Aprenderé algo y disfrutaré cada día.
La
actitud positiva es una herramienta muy poderosa para tener éxito en la
escuela.
Tu
hijo debe empezar el año con entusiasmo y optimismo, y durante los días y meses
que sigan, siempre poner su mejor actitud para superar todos los retos.
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