LECCIÓN 2
LA HUMILDAD
¿QUÉ ES?
Las personas humildes son
respetuosas. No son arrogantes ni esperan que se les dé un trato especial. Todo
lo contrario, se interesan de verdad en los demás y están dispuestos a aprender
de otros.
Algunas personas piensan que la
humildad es una muestra de debilidad, pero, en realidad, es una virtud que nos
ayuda a reconocer nuestros errores y limitaciones.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?
·
Hará que
su hijo tenga más amigos. El libro “La epidemia del narcisismo” dice que
normalmente “la gente humilde está más conectada
a los demás” y que le es “más
sencillo relacionarse con otros y con el mundo en general”.
·
Hará que
su hijo le vaya bien en la vida. Aprender a ser humilde le ayudará a su
hijo ahora y en el futuro, por ejemplo, cuando busque trabajo. El doctor Leonard
Sax escribió: “Un joven con la autoestima
hinchada, ajeno a sus propias limitaciones, no sabrá salir airoso en una
entrevista de trabajo, pero el que muestre un interés auténtico por lo que le
está diciendo su entrevistador tendrá más posibilidades de lograrlo”.
¿CÓMO ENSEÑARLES A SER HUMILDES?
Ayúdelos a tener un punto de vista equilibrado de sí mismos.
·
Evite las
frases engañosas. “Todos tus sueños se harán realidad”. “Puedes lograr todo
lo que te propongas”. Expresiones como estas quizás parezcan muy motivadoras,
pero la mayoría de los casos no se cumplen. Si sus hijos se ponen objetivos
razonables y se esfuerzan por alcanzarlos, probablemente les irá mejor en la
vida.
·
Felicítelos
por cosas concretas. Decirle a su hijo que es el mejor no lo ayuda a ser
humilde. Esfuércese por ser específico.
·
Controle
el uso que dan sus hijos a las redes sociales. Con frecuencia, la gente usa
las redes sociales para llamar la atención sobre sí misma y presumir de sus
habilidades o logros, una práctica totalmente opuesta a la humildad.
·
Anime a
sus hijos a pedir perdón enseguida. Cuando su hijo cometa un error, ayúdelo
a reconocerlo.
Enséñeles a ser agradecidos.
·
Por la
creación. Los niños tienen que valorar la naturaleza y darse cuenta que
dependemos de ella para sobrevivir. Por ejemplo, sin aire, agua o alimento moriríamos.
Con razonamientos como estos, logrará que respeten y agradezcan las maravillas
de la creación.
·
Por las buenas
cualidades de los demás. Muestre a su hijo, que, de una forma u otra, los
demás son superiores a él y que, en vez de envidiar sus cualidades, puede
aprender de ellos.
·
Enséñeles
a mostrar agradecimiento. Enseñe a sus hijos a dar las gracias, no solo de
palabra, sino corazón. La gratitud es esencial para ser humildes.
Enséñeles la importancia de ayudar a los demás.
·
Pida a
sus hijos que ayuden en los quehaceres de la casa. No dejar que su hijo
realice tareas en casa es como decirle: “Tú eres demasiado importante para
hacer estas cosas”. Ayudar en casa debe ser lo primero, y jugar, lo segundo. Muéstrele
cuánto beneficia a otros que él haga su parte y cuanto lo apreciarán y
respetarán por ello.
·
Hágales
ver que hacer cosas por otros es un honor. Preocuparse por los demás
contribuye mucho a la madurez de su hijo. Por esa razón, analicen juntos quién
necesita ayuda y cómo su hijo podría dársela. Felicítelo y anímelo cuando haga
algo por otros.
Dé el ejemplo.
·
¿Dejo que mis hijos se den cuenta de que a veces
también necesito ayuda?
·
¿Hablo bien de los demás o los menosprecio?
·
¿Ven mis hijos que para mí es importante ayudar
a los demás?
FUENTE: ¡Despertad!, julio – agosto 2019, NÚMERO 2. Publicada por:
Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc. Pp. 6 y 7
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