Autor: cuentoscortos.com
La mentira es algo que está presente en la vida de los
adultos de una manera excesivamente natural. Sin embargo, los niños pequeños,
cuando empiezan a hablar, no saben decir otra cosa que no sea la verdad. ¿En
qué momento siente un niño la necesidad de mentir?
Los niños aprenden a ser deshonestos por diferentes
razones. La razón principal probablemente sea porque aprendan que diciendo mentiras pueden evitar las
consecuencias de sus acciones. Por otro lado, también pueden comenzar a mentir
para ganarse el favor de los demás o porque descubran que puede ser la manera
de conseguir la recompensa que están buscando. De todas estas razones podemos
sacar una conclusión:
los niños aprenden a ser deshonestos por la actitud de
los demás, especialmente de los adultos. En este sentido, no deberíamos
culparlos a ellos, sino a nosotros mismos.
Los niños necesitan que se les enseñe la importancia
de la honestidad, evitando las represalias y valorando la verdad.
Un niño que es deshonesto o mentiroso lo es a menudo porque no confía en los
demás y no hay mayor fracaso educativo que un niño que no confía en sus padres
o maestros.
Existen una serie de medidas concretas se pueden tomar
para enseñar a los niños a ser honestos.
- Hablar sobre la honestidad cuanto antes
En cuanto se empiecen a detectar problemas de falta de
honestidad con los niños es necesario empezar a hablar con ellos sobre el tema,
y explicarles cómo pueden solucionar sus problemas diciendo la verdad.
- Ofrecer un modelo de comportamiento honesto
Si los niños observan a los adultos decir mentiras,
ocultar cosas, o incluso cubrirlos en sus comportamientos deshonestos por el
motivo que sea, entonces están aprendiendo que la honestidad es algo relativo y
que cualquier cosa vale mientras no te pillen. Lo mismo ocurre si los hacemos
cómplices, aunque se lo planteemos como un juego.
- Cumplir las promesas
Otro aspecto importante relacionado con la honestidad
es mantener la palabra dada. Como en el punto anterior, dar ejemplo es
fundamental si queremos explicarles a los niños el valor de las promesas y
exigirles que cumplan las suyas. Del mismo modo, no se puede tolerar que un
niño incumpla sus promesas, y es necesario explicarle la importancia de
hacerlo.
- Enseñar con historias
Los niños a menudo aprenden mejor cuando escuchan
historias sobre las experiencias de los demás. Inventadas o no, las historias
nos permiten destacar los aspectos más importantes de la honestidad y, sobre
todo, las consecuencias de la deshonestidad.
- Reforzar la honestidad
Cuando un niño es honesto y opta por decir la verdad,
es importante reforzarle y felicitarle por su elección. Esto no quiere decir
que, si no lo hace haya que tomar medidas disciplinarias. Sin embargo, teniendo
en cuenta que el objetivo de un castigo debe ser corregir el comportamiento, el
hecho de que un niño opte por la verdad en la próxima situación debería ser
símbolo de que ha entendido lo que está mal.
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